
"En la zona de Ñuble llevamos dos años con sequía. Más bien han sido años desordenados. No es tanta la disminución, pero la distribución de las lluvias ha hecho que entre septiembre y marzo, justo cuando las plantas más necesitan, el agua caída haya sido mínima. Eso ha provocado bajas en la producción de los granos y de la remolacha, menor ganancia de peso en el ganado y caída en la producción de las vacas", señala Fernando Serrano, presidente del Consorcio Agrícola del Sur.Serrano tiene razón. Sea por causa del cambio climático o por variaciones normales del ciclo del clima, la cantidad de agua caída y las temperaturas, medidas al menos en los últimos cinco años, han variado notoriamente de lo que se consideraba normal. Y el problema es mundial. A nivel global las sequías aumentan y las lluvias disminuyen.
Siga leyendo en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido a Embalse Punilla gracias por su comentario.